lunes, 7 de septiembre de 2009

Carta abierta

Hace un par de semanas tuve un quilombito. Un quilombito que, sumado a una semana de mierda que había tenido, provocó cosas como tener que levantarme de la mesa dónde estaba con mi vieja almorzando, en una parrillita en Güemes, e irme derecho a llorar al auto como un bebé.

Supongo que no habrá sido sólo eso, que el cúmulo de cosas me hizo explotar.

De hecho, ese día, un rato más temprano, volviendo de Otamendi en la camioneta, fui muy cagón y no me animé a estampar la camioneta contra un poste, como quería. Eso, o no fuí tan cagón y no me escapé de los quilombos haciéndome mierda. Como sea, no lo hice.

Ok, si, probablemente yo haya estado mal en mi actitud. Lo reconozco, desaparecer y no atenderle el teléfono a una de esas dos personas que tan mal me hicieron sentir esa noche, tal vez no fue la mejor opción. Podría haberlo escuchado. Y si, me disculpo porque estve como el orto.

Pero bueno, si sabían que lo que iban a hacer probablemente me hiciera concha (cómo realmente pasó), hubiese estado copado que:
a) O bien evitaran hacerlo enfrente mio;
b) o que alguno de los dos (seguramente vos, al que no le atendí el teléfono), después de hacerlo, me hubiera dicho "che, bardié, disculpame", en vez de comentarme alguna boludez, del tipo (no recuerdo cómo fue, pero fue así de irrelevante) "Che boludo ¿viste que vuelve el Burrito a River?".

Por otro lado, no entiendo como, si tanto vos, G, como vos, A, eran dos de mis mejores amigos, jamás se preocuparon por saber cómo me había caido la situación.

A se borró. La volví a agregar al MSN hace un par de días y lo único que atinó a decirme fue "¿Se puede saber porqué me agregaste de nuevo?". Genial.

G me mandó un mensaje a los 3 días, diciendo "Bro cómo va?". Como si le fuese a contestar. Después intentó llamarme dos veces más, y le corté. Jamás volví a tener noticias de él. Ah, perdón, miento. La semana pasada me llegó una invitación por Facebook a ver su banda en un bar. Pensé que por ahí le había parecido el método más cómodo (o menos incómodo) de invitarme a hablar luego del show, por lo cuál lo tomé bien; al día siguiente me enteré que esa misma invitación le había llegado a otro amigo mio con el que él tiene cero relación, más que por Facebook. Ergo, invitación masiva. Si va a ser así, al menos tené la deferencia de sacarme de la lista, vieja.
Igualmente iba a ir; realmente no me sale estar peleado con la gente, no soy así, más con gente fue "tan cercana" en su momento. Como sea, finalmente el sábado me dio paja, y no fui.

Como sea, seguramente ninguno de los dos lea esto. Pero los dos saben perfectamente cómo son las cosas.

Si alguno lo llega a leer, les quiero decir algo: ya fue, está todo bien. No me pidan que las cosas sean como antes, ni que la relación sea como antes, porque va a ser muy difícil. Me sentí traicionado por los dos, por un motivo o por otro (si les interesa, se los explicaré).

Nada, tenía ganas de escribirlo, mil disculpas a mis miles de seguidores (?) en este blog.

Salud.

2 comentarios:

  1. mi observacion del caso, si se me permite

    de cagón, ES estamparte contra un poste, es la salida más facil.. solo para vos y por algo q ahora decis q esta bien

    life goes on!

    ResponderEliminar
  2. nico (y como me rompe las bolas que me digan pero de esta forma te vas a dar cuenta al toque quien soy tengo que poner tb "jugo" jaja)9 de septiembre de 2009, 2:20

    mira facu lo que lográs con tu blog, le tengo que dar la razón a meli!! jaja, estamparte es de cagon, hay que enfrentar los problemas, o en ese caso no darle mas bola a esas personas como hiciste, pero la vida tiene demasiadas cosas buenas y tantas personas que nos faltan conocer que no hace falta cometer una locura por las que no valen la pena, el resto de las notas o posts o como carajo sean me hicieron cagar de risa, y de una que tenes que festejar con un asadito, pero que sea como duelo para despedirte de los asaditos recurrentes y no como rutina para festejar algo! jaja

    ResponderEliminar